Una pequeña empresa familiar en Córdoba enfrentaba serios problemas de flujo de caja debido a deudas acumuladas con proveedores y créditos bancarios con altas tasas. Analizamos su estructura de costos, ingresos y pasivos. Propusimos una estrategia de renegociación con los principales acreedores, consolidación de deudas en un préstamo con mejores condiciones y la implementación de un sistema de gestión de cobranzas más eficiente. Adicionalmente, se optimizó el manejo de inventarios.
Resultado: En 8 meses, la empresa logró reducir su carga de deuda en un 35%, mejorar su flujo de caja operativo en un 20% y establecer una base financiera más sólida para el crecimiento futuro. Se evitó el cierre y se preservaron los empleos.
